Existen varios tipos de juntas de dilatación, sin embargo, en este artículo nos centraremos en un tipo concreto: en las que consisten en un elemento que permite los movimientos de contracción y expansión habituales entre dos partes de una edificación sin que se provoquen desperfectos o desprendimientos alrededor de este. Habitualmente estas juntas consisten básicamente en un espacio aéreo entre dos elementos, este espacio es el encargado de absorber los diferentes movimientos.
El problema de estos espacios es que son permeables a los elementos, especialmente a la humedad. Para solucionarlo se coloca un elemento elástico que pueda absorber los movimientos y que a su vez permita sellar contra el agua la junta de dilatación. Uno de los productos más utilizados para este menester y que da muy buenos resultados es la masilla de poliuretano, este producto tiene una excelente adherencia y cohesión y sella perfectamente la junta de dilatación contra humedades.
El inconveniente de estos productos elásticos es la perdida de propiedades con el paso del tiempo, por lo que es necesario cada varios años (el tiempo dependerá de la calidad del sellante, de los factores climáticos y de su correcta aplicación) sustituir el sellante. Para realizar este trabajo correctamente es necesario realizar los siguientes pasos:
- Retirar el sellante en mal estado.
- Reparar los bordes del paramento que puedan haberse desconchado durante la retirada del sellante o por el movimiento.
- Colocar una coquilla que permita garantizar una profundidad desde la cara exterior del paramento una profundidad del sellante de un centímetro.
- Colocar el sellante y adecuarlo con ayuda de una espátula.
En Rehábitat somos expertos en sellado de las juntas de dilatación utilizando técnicas de acceso y posicionamiento mediante cuerdas, usamos masillas de alta calidad aplicada por técnicos con larga experiencia, contacta con nosotros y pídenos presupuesto sin compromiso para sellar juntas de dilatación o consulta el resto de servicios que podemos ofrecerte.